La autora A.M. Martín comienza el capítulo 3 del Manual diciendo
que el Educador/a Social es una figura
profesional que aparece en una sociedad en la que el modelo socioeconómico se
apoya en la Información y la Comunicación. Y cuyo objetivo es, entre
otros, facilitar que la persona se
integre en las redes sociales en un sentido generalista.
Las
TIC van a exigir al profesional de la Educación Social que desempeñe nuevas
funciones adaptadas a la diversidad de colectivos y a los ambientes digitales.
Por lo que no sólo deberá conocer las herramientas TIC sino que deberá
integrarlas y aplicarlas en su trabajo.
Las
Tecnología de la Información y la Educación pueden facilitar la tarea socioeducativa del
profesional en sus distintos ámbitos: Animación Sociocultural, Educación de
personas adultas y Educación especializada. Contribuyen a la mejora de la
formación de los estudiantes, entrenando competencias y logrando resultados
positivos con los distintos colectivos intervenidos.
El
término Competencia digital se utiliza para describir la combinación de
conocimientos, habilidades y capacidades, en conjunción con valores y
actitudes, para alcanzar objetivos con eficacia y eficiencia en contextos y con
herramientas digitales.
Desarrollar
esta competencia es fundamental para aprender a trabajar y a vivir en la Sociedad
de la Información y la Comunicación.
Saber
diagnosticar la forma en que las TIC están infiriendo en el desarrollo óptimo
de las competencias básicas y específicas será clave para poder desarrollar en
las personas con las que se interviene habilidades
que les permitan hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías, despertando
un espíritu crítico de análisis y reflexión que les lleve a la generación y gestión de su propio CONOCIMIENTO.
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